Estamos a punto de cerrar una de las gestiones más complejas en los últimos años, un periodo que, sin duda, ha sido extraordinariamente desafiante para cada líder de negocio. Nos enfrentamos a una realidad que muchos no habían vivido antes: un tipo de cambio fluctuante e incierto, devaluación elevada de nuestra moneda, gran escasez de divisas, incrementos en los costos directos que alcanzan hasta un 70%, dificultades crecientes para cumplir con pagos a proveedores internacionales, una demanda en recesión, y paros y bloqueos políticos que solo agravan el escenario. A esto se suma un entorno económico pesimista y un panorama político marcado por la incertidumbre. Y no podemos olvidar que el 2025 será un año electoral, lo cual traerá consigo desafíos adicionales que impactarán al mercado y a la estabilidad empresarial.
Ante este complejo panorama, preparar los presupuestos para el 2025 requiere un enfoque estratégico y flexible. No se trata de utilizar los mismos marcos que en años anteriores; ahora debemos considerar soluciones más dinámicas y ágiles que nos permitan adaptarnos rápidamente a las condiciones cambiantes.
Aquí te ofrezco algunas recomendaciones clave:
1. Crea presupuestos por períodos cortos (3, 6, 9 y 12 meses): Con tantas variables fuera de nuestro control, un presupuesto anual, aunque necesario como guía, corre un alto riesgo de quedar desactualizado en poco tiempo. En lugar de depender exclusivamente de un presupuesto a largo plazo, trabaja con proyecciones trimestrales que te permitan ajustarte a los cambios con mayor rapidez.
- Presupuesta 11 meses de ingresos y 12 de costos: En años electorales, es común enfrentar periodos de bloqueos y conflictos políticos que pueden frenar la compra y venta de productos y servicios. Considera esto para no sobreestimar los ingresos y estar preparado para estos altibajos.
2. Determina diferentes escenarios: Construye proyecciones considerando distintas combinaciones de variables clave que pueden impactar tu negocio, tales como:
- Tipo de cambio.
- Niveles de demanda.
- Continuidad de proveedores.
- Aumento en costos operativos.
- Disponibilidad y adaptación de productos y servicios.
- Fluctuaciones en precios de mercado.
Si te preparaste adecuadamente el año pasado, cuando algunos de estos problemas ya empezaban a manifestarse, es probable que cuentes con un sistema de análisis de datos robusto. Aquí es donde el análisis de datos es crucial para generar diferentes combinaciones y modelar posibles escenarios con mayor precisión.
3. Elabora planes de acción basados en los análisis: Una vez definidos los escenarios, es fundamental contar con estrategias específicas para cada uno de ellos. Considera las siguientes opciones:
- Asegura la disponibilidad de divisas: Garantizar el acceso a divisas es clave para mantener tu negocio a flote mientras haces ajustes operativos.
- Diversifica hacia la exportación: Si eres importador, explora la posibilidad de exportar productos como una estrategia de diversificación.
- Optimización de productos y servicios: Identifica qué productos o servicios pueden absorber costos adicionales sin impactar gravemente la demanda.
- Prioriza la rentabilidad: Redefine tu portafolio, concentrándote en aquellos productos con márgenes de mayor rentabilidad en el corto y mediano plazo.
- Revisa tu estrategia de precios: Un modelo de precios dinámico te ayudará a adaptarte a la volatilidad del mercado sin perder competitividad.
- Expande a nuevos mercados: Evalúa la posibilidad de abrir mercados en otros países donde la estabilidad económica pueda ser más favorable.
- Busca productos o servicios complementarios o sustitutos: Encuentra maneras de agregar valor a tu oferta principal sin incrementar significativamente los costos, o introduce productos alternativos que puedan aumentar la demanda o reducir costos.
- Alianzas estratégicas: Explora posibles alianzas con competidores o proveedores. Las colaboraciones estratégicas son una manera efectiva de compartir riesgos y aumentar la resiliencia.
- Considera una reducción estratégica: Si es necesario para mantener la sostenibilidad de tu empresa, no descartes la opción de reducir o reestructurar temporalmente.
4. Optimiza tu flujo de caja: En tiempos de crisis, la liquidez se convierte en el recurso más valioso. Asegúrate de gestionar el flujo de caja con precisión: renegocia los plazos de pago con proveedores, ajusta las políticas de cobranza y prioriza la entrada de efectivo. También es recomendable contar con un fondo de reserva para absorber impactos inesperados sin comprometer la operación diaria.
5. Explora nuevas soluciones financieras, como los criptoactivos: A medida que los mercados tradicionales se vuelven más restrictivos y complejos, es importante que los empresarios se familiaricen con nuevas alternativas como los criptoactivos. Estos pueden ofrecer vías alternativas para la gestión de capital y facilitar transacciones en entornos con restricciones de divisas. La educación en este ámbito no solo beneficiará al empresario, brindándole mayor flexibilidad financiera, sino que también aportará una ventaja estratégica a la empresa, abriendo oportunidades para operar en mercados globales con menos intermediación y mayor rapidez.
Estos pasos te ayudarán a enfrentarte no solo a la coyuntura actual, sino también a planificar con mayor claridad ante los posibles cambios que puedan surgir durante el año electoral y en el futuro. La adaptabilidad, la agilidad en la toma de decisiones y una planificación estratégica sólida son las herramientas clave para navegar con éxito los tiempos de incertidumbre.
Ximena Terceros Bedoya
CONSULTORA EMPRESARIAL
EstratégicaMente
Miembro Sociedad de Evolución Empresarial Responsable - SEER