Generación de confianza en el tejido empresarial sostenible y responsable

La actividad empresarial ha tenido un buen desempeño los últimos años y sus resultados en muchos casos han sido los proyectados. Existen muchos factores que han influido en este desempeño, pero quisiera abordar dos de ellos: la regulación del sector y las oportunidades en mercados internacionales.

La actividad empresarial ha tenido un buen desempeño los últimos años y sus resultados en muchos casos han sido los proyectados. Existen muchos factores que han influido en este desempeño, pero quisiera abordar dos de ellos: la regulación del sector y las oportunidades en mercados internacionales.

En cuanto a la regulación y normatividad; el exceso de normas, reglamentos, trámites, y la no facilitación en la obtención y cumplimiento de los mismos, no es más que el aumento de los costos de transacción, lo cual significa una pérdida de competitividad del sector. Estos costos de transacción son el resultado de una visión desarticulada y parcial de los problemas del tejido empresarial. Donde sin duda se debe construir escenarios de confianza, basados en antecedentes de ética y principios que aporten en la facilitación de instancias de gestión y coadyuven la actividad empresarial, que sin duda desborda en el crecimiento económico del país y la creación de mayores y mejores fuentes de empleo. Un escenario donde los actores principales son el Estado, las empresas, y la sociedad.

Una manera de aproximar a estos actores, es a través del entendimiento de lo que es el “aprendizaje”. Las personas cuando se relacionan tienen aprendizajes, tanto quien actúa (agente activo) como quien recibe la acción (agente reactivo). El aprendizaje que resulta de una interacción (acción – reacción) puede ser positivo para ambos o también negativo para uno o para ambos, no todo lo que aprendemos nos hace mejores. En base a estos aprendizajes y experiencias, las acciones futuras de los actores estarán en cierta forma condicionadas. Lo recomendable sería, que el aprendizaje de los actores sea estructural y positivo, y con el tiempo la relación entre los actores sería más sólida, respetuosa y confiable. El “aprendizaje estructural positivo” está relacionado con la preocupación y satisfacción de las necesidades reales de los demás (colaboradores, comunidad, estado, empresas entre otros); actuando de esta manera, todos ellos habrán tenido experiencias satisfactorias en donde las decisiones han considerado sus necesidades e impacto en ellos.

Pero, ¿Cómo generamos confianza? es fruto de un trato constante, sincero y desinteresado. Confiar en alguien es tener la certeza de que el otro piensa en alguien más al momento de tomar sus decisiones, que no mira el corto plazo o es oportunista, sino que considera la relación con los demás a largo plazo, busca una relación estructural, busca hacer sostenible la eficacia. Que esto sea entendido por los actores Estados, Empresa y la Sociedad ya es un reto, pero que sea compartido ya son palabras mayores, sin embargo, se facilita si se tiene claridad en cómo debe ser la relación de generación de confianza y previsibilidad en las relaciones.

El problema puede ser endémico y estructural en nuestra sociedad y no solo en el sector empresarial, pero la oportunidad está en la capacidad de los líderes y su compromiso con la sociedad y el largo plazo. No solo estar enfocados en el propio crecimiento sino preguntarse ¿Cómo le va a los demás?, ¿La sociedad y el Estado tienen sus necesidades resueltas? Si existe confianza entre los actores, serían inimaginables las oportunidades, muchas alternativas dejarían de ser meras posibilidades y pasarían a ser enteramente factibles.

Finalmente, en esta reflexión, es mejor tener más cabezas que piensen y ayuden. Hay que motivar y apoyar las iniciativas que tengan entre los actores para apoyarse entre ellos. Las empresas son organizaciones orientadas a la acción, a la solución de problemas ejecutando planes; aportan en la reflexión, en la profundidad del enfoque, en el entendimiento, en la ampliación de criterios; además de facilitar un ambiente positivo para la solución de problemas y búsqueda de la verdad, o al menos, entendimiento de los puntos de vista posibles sobre ella.

En concreto, no podemos seguir haciendo empresa como antes, el entorno ha cambiado y debemos entender bien estos cambios para que las estrategias a plantear sean eficaces y nos permitan asegurar la competitividad y sostenibilidad del sector empresarial y de los actores importantes como el Estado y la Sociedad.

Claribel Aparicio Ferreira
VICEMINISTRA DE COMERCIO EXTERIOR E INTEGRACIÓN
- Ex Gerente General
Cámara Americana de Comercio – AMCHAM BOLIVIA

119PortaditaDiciembre

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