Víctor Quintanilla-Sangüeza es de nacionalidad boliviano y estudioso del periodismo, en particular de su vínculo con la tecnología. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés y es Maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, donde también se doctoró en Comunicación con la investigación que da origen a este libro publicado por Editorial 3600. Ha trabajado en medios nacionales como La Razón y Opinión. Actualmente, es Coinvestigador para Bolivia del estudio Worlds of Journalism, una encuesta internacional a periodistas aplicada simultáneamente en 110 países. Colabora, desde la comunicación, con el movimiento ambiental en Latinoamérica como parte de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).

Mery Vaca, directora de Página Siete y reconocida periodista fue quien tuvo el honor de comentar acerca del libro, quien en su intervención señaló:

Si bien hay numerosos esfuerzos académicos destinados a entender el impacto de la tecnología en el periodismo, estos tienden a mostrar poco interés en contextos diferentes a los de Occidente y a privilegiar el análisis de algunos factores por encima de otros. Frente a esos y otros vacíos, el propósito de este libro —el mismo de la investigación de doctorado que lo sustenta— es examinar de manera integral y multidimensional qué implica para la profesionalización y cualificación de periodistas bolivianos la inclusión de plataformas digitales en sus procesos de recolección de noticias.

El estudio reflejado en esta publicación no solo arroja luz acerca de la incorporación de tecnología en las prácticas periodísticas, sino que contribuye en general a una comprensión más matizada de la innovación tecnológica en el periodismo a partir de un contexto no occidental, el de Bolivia, un país cuyas realidades específicas —entre ellas, la polarización social, política y mediática o la informalidad de la economía y la precariedad laboral— y las particularidades del quehacer periodístico —como el tipo de medio, las asignaciones de cobertura, la trayectoria profesional y las motivaciones personales de los periodistas, entre otras— entran en juego para que la apropiación de herramientas tecnológicas por parte de los reporteros no sea uniforme, sino que adquiera varios matices.