Walisuma, el lado social detrás del lujo boliviano: “La apuesta por la autosostenibilidad de 53 organizaciones”

Walisuma ha logrado posicionarse en el mercado como una marca de lujo, de alto valor agregado y calidad, remunerando a sus productores de manera justa y apoyándolos para mejorar continuamente.

 

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Walisuma es una empresa social dedicada a la comercialización de productos High-End bolivianos. Trabajan en colaboración con 53 organizaciones de diferentes rubros, como ser: textiles, marroquinería, artesanía y joyería, principalmente; para brindarles apoyo en los aspectos claves para dirigir su oferta a los mercados adecuados. Además, se aseguran de enseñar a sus clientes a comprar de manera consciente los productos elaborados por los artesanos y productores nacionales.

Walisuma es una Empresa Social, porque genera un impacto social, económico y ambiental; trabajando de manera responsable con los productores. Walisuma se encuentra alineada de manera tangible a los principios que promueve las Naciones Unidas y por ello se ha suscrito al Pacto Global – Red Bolivia a finales del 2022, hecho que le ha permitido implementar mejoras continuamente a todos sus procesos para permear los principios no sólo al interior de su equipo sino a los productores.

Trabajan enfocados en los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):

- Fin de la pobreza.

- Igualdad de género.

- Trabajo decente y crecimiento económico.

- Reducción de las desigualdades.

- Producción y consumo responsable.

- Alianzas para lograr los objetivos.

Los productos Walisuma se caracterizan por reflejar la identidad boliviana en una o más de estas tres características: diseño, materiales propios de la región y/o técnica ancestral para su producción.

La idea de Walisuma surgió en Fundación Nuevo Norte, ante la necesidad de los productores de competir contra otros en el mercado internacional. El problema radica en que a menudo competían en los mercados inadecuados. Los productos High-End no compiten por precio; sino por el alto valor agregado que ofrecen en términos de diseño, materiales, acabados, calidad, técnicas, exclusividad, entre otros. Competir en los mercados adecuados no sólo les brindaría una remuneración justa, sino que en muchos casos les permitiría salir de la línea de la pobreza.

La Fundación Nuevo Norte logró el soporte de la Cooperación Holandesa y la contraparte de empresarios privados bolivianos para la puesta en marcha del proyecto Walisuma, intervención que duró 6 años hasta su traspasó a manos de una ex funcionaria de la misma Fundación, Patricia Rodríguez T.

Hoy en día esto continúa; en Walisuma identifican productos con alto valor y fortalecen a sus productores para que ese valor sea más sólido, consistente y adecuado para penetrar en los mercados correctos. Identificar a los clientes y a los productores no es tarea fácil, pero sus 13 años de experiencia les han permitido multiplicar sus ventas en sólo tres años.

“En Walisuma anhelamos ser el mejor punto de venta de nuestros productores y lograr que sus productos High-End, representantes de la gran capacidad de los bolivianos de producir con calidad, penetren en los mercados internacionales que los valoren y remuneren como corresponde, de esa forma mejorar su calidad de vida”, confiesa Patricia Rodríguez, directora de Walisuma.

Los productos de Walisuma están dirigidos a consumidores con poder adquisitivo medio-alto y alto-alto, expatriados y turistas ejecutivos en Bolivia.

El equipo de trabajo está liderado por Patricia Rodríguez T., directora de Walisuma, con 19 años de experiencia en el mercado de lujo y moda, quién creó y dirigió su propia compañía por 17 años y, al día de hoy, ha introducido una nueva marca de lujo. Su experiencia en la lectura del mercado y entendimiento cultural del productor boliviano le han permitido manejar de manera exitosa su marca; construyendo la reputación de la misma en valores como calidad, excelencia, responsabilidad, buen servicio, ofreciendo diseños atemporales con materiales finos. Juliette Lugo es gerente general de Walisuma, Julia Álvarez, coordinadora de Producción, Lidia Gonzáles, Nicole Cuba y Vanessa Rodríguez, responsables de ventas.

Walisuma desde que fue adquirida por su actual directora, logró los siguiente hitos:

- Alcanzó su punto de equilibrio en dos años, logrando ser autosostenible y financiar sus propios proyectos sin la ayuda de cooperación extranjera desde 2016.

- Aumentó el número de organizaciones en 3,3 veces, de 24 a 76 grupos, lo que en número de productores ha sido de 400 a 3,300.

- Las ventas brutas han crecido en 3.75 veces, retribuyendo entre el 57 y 63% al productor directamente.

- Ha formalizado las operaciones de sus productores, actuando como agente de retención o requiriendo una factura.

- Ha brindado diversas asesorías a las organizaciones con las que trabaja en temas de costeo, pricing, diseño y desarrollo de producto, segmentación de productos por canal y destrezas gerenciales básicas; impactando directamente en el valor de sus productos y operaciones.

Walisuma cuenta con una tienda en la zona de San Miguel, en la ciudad de La Paz, y otra tienda en la zona de Equipetrol, en Santa Cruz. Además, tienen un punto de venta en el Hotel Parador Santa María en la ciudad de Sucre. Cuentan con una página web y trabajan con e-commerce de manera local. Desarrollaron un modelo de franquicias para tener presencia internacionalmente, este  proyecto se pondrá en marcha a partir de octubre del 2023 buscando su materialización el 2025.

“Actualmente, como Walisuma hemos retomado el plan de expansión interrumpido por la pandemia, abriendo nuevamente una sucursal en la ciudad de Santa Cruz y robusteciendo nuestra página web y redes sociales. Además, iniciamos con la sistematización de nuestros procesos para estandarizarlos y empezar a promover el modelo de franquicia que desarrollamos desde 2018”, afirma Patricia Rodríguez.

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