Los sectores en los que las mujeres bolivianas deciden emprender sus prácticas empresariales están muy marcadas por su pertenencia a una o más comunidades.
El pasado 17 de abril, se presentó en el Auditorio de Banco FIE, ubicado en la Av. 6 de Agosto de la ciudad de La Paz, el estudio Perfil de la Mujer Emprendedora: Dinámicas de emprendimientos liderados por mujeres en la economía informal, liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD en Bolivia y el Instituto de la Mujer y Empresa - IME de la Universidad Privada Franz Tamayo – UNIFRANZ. Este documento revela información clave para entender la realidad que enfrentan las mujeres bolivianas que aportan al desarrollo del país desde la economía informal. El análisis cualitativo y cuantitativo del estudio permite visibilizar la ruta y las dinámicas de los emprendimientos liderados por mujeres en las principales ciudades del país, desde su etapa inicial y durante su crecimiento, escalabilidad, formalización y consolidación. El abordaje se realiza de manera reflexiva con el fin de dilucidar sus motivaciones a la hora de emprender y las razones por las que optan mantenerse en la economía informal y/o transitan a la economía formal.
El determinante papel de las mujeres en el desarrollo económico de América Latina, sin duda alguna se debe a la incorporación de 70 millones de mujeres en el mercado laboral en las últimas dos décadas. De hecho, de no haber sido así, difícilmente se podría hablar del milagro económico latinoamericano, aquel que logró tasas de crecimiento promedio de alrededor del 5% entre 2002 y 2008 y que redujo la pobreza extrema y permitió que la clase media creciera a niveles históricos. No obstante, el importante cambio en el ámbito económico y en ámbito demográfico -consecuente a los flujos migratorios del área rural al área urbana, de una ciudad a otra y desde Bolivia a otros países de la región iberoamericana- son tan importantes como los cambios sociales y culturales. En contextos como el de Bolivia, las diferencias culturales y las tradiciones influyen de manera preponderante en la forma en la que las mujeres emprenden.
Los sectores en los que las mujeres bolivianas deciden emprender sus prácticas empresariales están muy marcadas por su pertenencia a una o más comunidades y/o poblaciones indígenas, por los cambios que se viven hoy en día en las estructuras familiares a las típicas familias de padres/madres e hijos se la añaden familias monoparentales, multigeneracionales, mixtas, unipersonales, adoptivas, familias sin hijos, líquidas, etc. y por su rol en el hogar y la crianza parental.
El Informe de Desarrollo Humano: Tiempos inciertos, vidas inestables, deja en evidencia que se necesita soluciones sistémicas ante las crisis complejas y multidimensionales que se solapan, la pandemia del COVID-19 se entrelaza con las crisis económica y ambiental, la permanencia de las desigualdades y un aumento de la fragilidad y debilidad democrática en varios países de Latinoamérica u otras crisis emergentes como la alimentaria, la de cuidados y la inflación global derivada del conflicto ucraniano-ruso-, y que han exacerbado las desigualdades de género, afectando en mayor medida a aquellas mujeres que experimentan distintos tipos de discriminación vinculados con su estatus socioeconómico, raza-etnia, edad, orientación sexual, identidad de género o estatus migratorio, entre otras.
El primer estudio, Perfil la Mujer Emprendedora en Bolivia: Recorriendo juntos el camino de la mujer emprendedora, expectativas y desafíos, caracterizó el perfil de la mujer emprendedora boliviana con acceso a la educación, a competencias digitales e internet, este estudio busca completar esta mirada conociendo el perfil de la emprendedora que inicia su actividad económica en la informalidad y dar visibilidad a los patrones de cambio en la sociedad.