La iniciativa, apoyada por la Cooperación de la Embajada de Suiza en Bolivia, trabajó con diversos actores nacionales y locales. Este martes 19 de septiembre presentó acciones y resultados que han hecho posible una mayor resiliencia al cambio climático en el país, mediante estrategias que rescatan saberes ancestrales y el uso de tecnologías innovadoras.
Gracias a la implementación del enfoque territorial biocultural, a lo largo de estos años, se ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de más de 17 mil familias, en 24 Sistemas de Vida incluyendo al Pueblo Leco de Apolo y la autonomía indígena de Raqaypampa, en cinco departamentos de Bolivia y los actores locales encontraron estrategias para enfrentar el cambio climático desde sus vivencias y saberes.
La gestión territorial biocultural es un modelo de desarrollo alternativo que conjuga los conocimientos ancestrales con invocaciones tecnológicas, permitiendo que los actores locales sean los protagonistas gestionando de manera integral el cuidado del medio ambiente, reforzando las estructuras organizacionales, fortaleciendo las capacidades de las y los actores y autoridades locales, al mismo tiempo que genera alternativas de ingresos que tiende a reducir la migración temporal o permanente ocasionada por el cambio climático.
El modelo de gestión territorial biocultural está basado en la resiliencia integral, trabajando en cuatro ámbitos: económica-productiva, sociocultural, ecológica-ambiental y político-institucional. Estos cuatro componentes se trabajan de manera armónica y coordinada para que se generen mejores condiciones de vida desarrollando capacidades en las comunidades para gestionar sus territorios frente al cambio climático.
Fortalecer la adaptación de las comunidades, sus capacidades y recursos para responder de forma resiliente ante los efectos adversos del cambio climático es un desafío clave en el contexto actual, tanto en Bolivia como a nivel global. La construcción de la resiliencia ambiental comunitaria ha permitido que más de 15.400 familias hayan mejorado su calidad de vida y su seguridad frente al cambio climático.
El proyecto Biocultura y Cambio Climático nació en 2009, con el apoyo de la Cooperación Suiza, en la perspectiva de apoyar el desarrollo desde lo local, para que sean las comunidades, las y los actores locales quienes definan sus prioridades, que se generen líderes y lideresas que puedan impulsar procesos. Es así, que las comunidades y los municipios han identificado distintas estrategias como ser: la crianza de camélidos silvestres y domésticos, conservación de la agrobiodiversidad, turismo biocultural, diversificación productiva y producción agroecológica.
Resiliencia político institucional
Los gobiernos locales han fortalecido sus capacidades para la adaptación al cambio climático, 2 han incorporado en su planificación territorial han incorporado la gestión del cambio climático en sus Planes de Desarrollo Territorial Integral - PTDI en los periodos (2016-2020) y (2021 2025). Los municipios han incrementado en 19% la inversión para mitigación y adaptación al cambio climático, a través de proyectos de inversión y otros, también han gestionado recursos de fuente estatales y de cooperación para paliar este fenómeno global. se han generado 65 normativas entre municipales y comunales para promover el turismo biocultural, así como el cuidado y conservación fuentes de agua y otros.
En estos casi 14 años de apoyo al modelo de gestión territorial biocultural también se han generad capacidades e incidido en políticas a nivel nacional. Es así que se ha apoyado e impulsado la generación de siete normativas de carácter nacional, como ser Ley 300, Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien y la Ley 777 del Sistema de Planificación Integral del Estado —SPIE y otras.
Es en esta línea la gestión territorial biocultural ha sido asimilada por la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra que ha mejorado sus capacidades de planificación y de gestión, cuyo resultado ha sido la Nueva Política Nacional de Cambio Climático, presentada hace pocas semanas en la que se incorpora la gestión integral como estrategia de adaptación al cambio climático.
Resiliencia económico productiva
Más de 13.000 familias incrementaron sus ingresos gracias a la diversificación productiva, incorporando en su producción la tuna, cuyes, tarwi, papas nativas, variedades de hortalizas, miel, manejo de camélidos silvestres y domésticos, turismo biocultural, entre otros
Se han rescatado especies que sólo se utilizaban para el consumo local y familias, las cuales han podido ser comercializadas generando emprendimientos familiares y comunitarios. En Colomi grupos de mujeres han rescatado más de 80 variedades de papas nativas que comercializan en el mercado de Cochabamba e incluso han realizado pruebas piloto con supermercados de Santa Cruz.
En el Área Natural de Manejo Integrado "El Palmar" (Municipio de Presto, Chuquisaca) se realiza un manejo sustentable del janchicoco , que es transformado en galletas, queques y otros que se vende en la ciudad de Sucre, además, el municipio compra la producción para la Alimentación Complementaria Escolar.
EL turismo biocultural de base comunitaria permite brindar servicios de calidad a turistas y genera importantes fuentes de ingresos a las familias de estas comunidades, que han sido capacitadas y guiaje y temas gastronómicos, así como administrativos para que gestionen apropiadamente esta actividad económica.
Resiliencia Ecológica ambiental
Esta resiliencia promueve el cuidado de nuestra Madre Tierra a través de acciones que generen sostenibilidad en el uso del suelo, manejo integral del agua, protección de los ecosistemas, conservación de la agrobiodiversidad, producción ecológica y otras, Estas estrategias han permitido alcanzar más de 187 mil hectáreas con funciones ambientales mejoradas,
Se han desarrollado acciones de cosecha de agua mejorando las capacidades locales de captación y almacenamiento de agua en áreas de recarga hídrica y uso eficiente del agua mediante la implementación de sistemas de conducción (sifonado y entubado de canales de riego) y riego por aspersión en parcelas en el área de descarga hídrica.
Resiliencia sociocultural
Los territorios han potenciado sus tejidos sociales a través del fortalecimiento de las organizaciones sociales locales, usualmente sindicatos, representaciones indígenas y asociaciones de productores, a través del esfuerzo de las entidades socias por articularse a estas organizaciones para la gestión del agua, organización de ferias productivas y rescatando el trueque, cambios de presupuesto de los gobiernos locales, y otras actividades, en el marco de la gestión del cambio climático.
Se ha apoyado en la generación y actualización de instrumentos de gestión organizacional de los gobiernos y actores locales (estatutos y reglamentos), la integración de la visión de género y generacional en las organizaciones locales, la revalorización del consumo de productos locales en términos de formas y frecuencias, y promoviendo dialogo de saberes, buscando en conjunto la puesta en valor del patrimonio cultural e inmaterial. Cuyo resultado fue que se han generado normas comunales para la conservación del medio ambiente y la gestión del cambio climático.
Continua el camino
Este esfuerzo conjunto de Bolivia y Suiza para llevar a la práctica el vivir bien ha sido posible gracias a la participación de los y las actores locales y al asesoramiento técnico de una red instituciones locales que han ejecutado el proyecto. Las cuales han conformado, a la cabeza de la Asociación Civil Boliviana para el Desarrollo Rural — Pro-Rural, entidad ejecutora del proyecto, la 'Red Biocultural Bolivia con el objetivo de dar sustentabilidad al enfoque y poder replicar las experiencias exitosas en otros territorios.
También es importante destacar el compromiso de la Cooperación Suiza en Bolivia en generar procesos sostenibles y continuar apoyando la generación de capacidades para la adaptación al cambio climático por lo que se han podido replicar y escalar las experiencias desarrolladas a través del Proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático, que continuará apoyando los procesos iniciados. Se va a continuar apoyando la gestión para el cambio climático mediante los programas regionales como BRAVA (Mejorando la adaptación y resiliencia de la región andina un clima variable y cambiante) HAME (Gestión Sostenible y Resiliente al Clima de los Ecosistemas Altoandinos)