La empresa H2 Bolivia lidera los megaproyectos de construcción de una planta de producción de hidrógeno y amoniaco verde que incluye centrales reversibles de bombeo y promover la minería verde. Se trata de un paso en la transición energética, de agua, medio ambiente y economía.
Bolivia contará con una planta de hidrógeno y amoniaco verde en el departamento de Oruro; una gran apuesta de la empresa H2 Bolivia en alianza con el Gobierno de Oruro e instituciones de cooperación.
Juan Pablo Calderón Claure, Presidente de H2 Bolivia S.A. y Gerente de Estrategia y Desarrollo de Negocios de Gas & Electricidad S.A. es quien lidera el megaproyecto de construcción de una planta de hidrógeno y amoniaco verde en el departamento de Oruro. Calderón es experto en energía, finanzas en el área de adquisiciones y fusiones, gas natural licuado e hidrógeno y amoniaco verde. Es Ingeniero de Producción de la Universidad Privada Boliviana, con estudios superiores en Administración y Gestión Financiera en la Universidad de Chile y Gas y Electricidad en el Instituto Superior de la Energía en España. Ganador de la beca Carolina y cuenta con 20 años de experiencia laboral en Bolivia, Brasil, Angola, España, Canadá y EEUU además de haber realizado proyectos y transacciones en más de 15 países como Gerente de Estrategia y Desarrollo de Negocios de Gas, GNL y Gerente de Adquisiciones y Fusiones (M&A) corporativo de Repsol.
GMG: ¿Qué opinión tiene sobre la transición energética?
JPCC: La transición energética es un problema de todos y debemos ser conscientes de ello. Es una gran oportunidad económica para unos pocos países y Bolivia se encuentra entre esos pocos. Esto es muy interesante ya que además se alinea con directrices nacionales: Bolivia se ha adherido al Acuerdo de París y somos consecuentes con ello y abiertamente un soporte de las acciones que beneficien con la Madre Tierra y más importante, nuestra cultura en toda Bolivia busca vivir en paz y equilibrio con la naturaleza.
GMG: ¿Qué hace que Bolivia se encuentre en esa situación?
JPCC: Tenemos a nuestro favor a la radiación solar, al agua en localizaciones idóneas y al acceso a minerales requeridos. Con ello, estamos llevando adelante un megaproyecto con estructura “Project finance”, proyecto de transición energética que pretenda liderar el mercado.
La radiación solar en cambio, es algo que podemos explotar mejor que nadie en el mundo ya que contamos con la radiación solar más elevada en el planeta habitado. Producir más con la misma planta permite reducir drásticamente el precio de la energía. El agua es indispensable en la transición energética. En Bolivia, a diferencia de muchos lugares, tenemos muchas formaciones geológicas, como montanas o cerros, donde podemos almacenar agua en la cima fácilmente. Este sistema es conocido como centrales reversibles de bombeo o pumped hydro. El potencial identificado en Bolivia para ello es altísimo. Hemos trabajado con inteligencia artificial para determinar los lugares idóneos para ello y desarrollado una alternativa que en un solo proyecto, podamos eliminar el 50% del consumo del gas en generación. Finalmente los minerales. Todos ya conocemos la historia del litio y el gobierno está trabajando en esa vía. Pero además de eso gozamos de la ventaja de poder extraer los minerales clave en la transición: Cobre, Zinc, Cobalto, Nickel y los minerales raros (rare Earth Elements). Estos últimos son 7 otros minerales que aunque no podemos no producirlos todos, contamos al alcance a la producción de estos minerales en Brasil.
Estas variables son las que pueden hacer la diferencia entre generar energía a precio de mercado o marcar el precio siendo el país más eficiente en el mundo en hacerlo. Todo esto, lo hemos traducido al proyecto de producción de hidrógeno y amoniáco verde en Oruro.
GMG: ¿De qué magnitudes de inversiones y beneficios estamos hablando?
JPCC: Junto a la Gobernación de Oruro hemos compartido con el Estado una estimación de lo que es el proyecto, sus beneficios directos y una estimación de los indirectos y el impacto que por ahora vemos. Estamos hablando de una propuesta que involucra unos 2000 Millones de dólares en inversiones en la primera etapa de las muchas que podemos hacer de manera similar. Cada etapa puede generar unos 2000 millones de dólares en concepto de impuestos, 2000 nuevos empleos, sustituir el 50% al gas natural de nuestra matriz de generación, atraer inversiones, generar riqueza en el altiplano y muchas otras consecuencias como incluso reactivar la minería pero hacerlo desde la perspectiva verde. Estos puntos son los que establecen la necesidad de actuar rápida y consecuentemente a las directrices económicas, sociales y medioambientales que se marcan en la empresa privada, en el Estado o en instituciones internacionales, como el Pacto Mundial de Naciones Unidas, por ejemplo. En el momento en el que identificamos que podemos crear un impacto económico, social y medioambiental, decidimos desarrollar el proyecto creando una propuesta para hacerlo, manteniendo como piedra angular a la producción de hidrógeno y amoniaco verde y renovable. Ahora nos toca ser consecuentes con ello.
GMG: ¿Entonces, la Responsabilidad Social Empresarial, en esta propuesta tiene pilares sólidos?
JPCC: Yo diría que no sólo pilares sino también compromisos formales sólidos. A pesar que hace ya muchos años se intenta estimular la economía en el altiplano, no hemos sido capaces de crear una propuesta efectiva para esa zona del país. Especialmente para Oruro. Hemos desarrollado con la Gobernación de Oruro un plan y no sólo lo hemos creado, sino ahora es una Ley cumplirlo ya que hace unas semanas se decretó la Ley 221/22 que nombra prioritario y de interés público ejecutarlo. Tenemos todo el soporte y apoyo de las comunidades, asociaciones y bases para desarrollar el proyecto, partiendo del principio que podemos poco a poco crear desarrollo económico y social. A principios del 2022 tuvimos la oportunidad de presentar el proyecto y explicarlo a las autoridades y representantes de cada comunidad de la zona en instalaciones de la Asamblea Legislativa y el apoyo ha sido contundente.
GMG: Además de la RSE, existen otras áreas u ODS de impacto claramente identificadas?
JPCC: Sí. Principalmente la Transición Energética, Agua y el Medio Ambiente. Esto debido a que la producción de Hidrógeno Verde puede ser definitivamente el elemento que marque la transición en el país y su naturaleza verde y renovable provee una base sólida para trabajar no sólo con la perspectiva meramente medioambiental sino también económica, para hacer que además exista esa otra motivación por ejecutarla.
En cuanto al Agua, hemos iniciado un estudio vital para entender la situación y establecer una estrategia. Este estudio, iniciado en la Gobernación de Oruro y solicitado al Viceministerio de Medio Ambiente y Agua y coordinado con la Agencia de Cooperación Japonesa JICA, tiene por objetivo determinar el potencial de aguas subterráneas a alta profundidad. Estas aguas en la zona son saladas y pueden ser tratadas. La idea es primero confirmar su presencia, determinar el volumen, calcular su reposición y además calcular el impacto en reservorios en su producción.
Finalmente, las ODSs de infraestructura e innovación, el de Alianzas y de Trabajo, con otras donde impactamos fuertemente. La infraestructura planificada es definitivamente innovadora. Para desarrollarla, hemos establecido una Alianza con la Gobernación de Oruro que es también un ejemplo de coordinación entre áreas con un interés común de crear fuentes de trabajo dignas y mejorar la calidad de vida en la zona.
GMG: ¿Cuándo se prevé ejecutar estas iniciativas?
JPCC: Podemos empezar producción en el 2025 o 2026. Actualmente estamos en la etapa de diseño de ingeniería de la planta de hidrógeno y en el caso de los otros proyectos consecuentes, como el pumped hydro o la minería verde, hemos terminado la etapa de factibilidad. La idea es que cualquier proyecto de desarrollo que se cree, debe ser consecuente y coordinado siempre con el Estado, quien engendra las bases para que se pueda desarrollar. En ese sentido, nuestras autoridades ya han ejecutado el análisis del mismo y por ejemplo la estructuración de la Hoja de Ruta del Hidrógeno que está desarrollando el Ministerio de Energía e Hidrocarburos con el BID, la Estrategia Nacional de Eficiencia Energética últimamente decretada en esa materia, son una muestra que el Estado está trabajando en ello y que la ejecución de estos proyectos son una consecuencia de ello y por lo tanto alcanzables en el mediano plazo.