La Estrategia Coordinada de Género (ECG) nace a partir de la iniciativa de la Embajada de Suecia en Bolivia de fortalecer los mecanismos de coordinación de las agencias, fondos y programas del Sistema de las Naciones Unidas (SNU), en el marco de la Reforma de Naciones Unidas y su enfoque “Unidos en la Acción”. Las agencias involucradas en la implementación son: OIT, ONU MUJERES, PNUD, UNFPA, UNICEF y UNODC.
“Esta iniciativa nace de un interés común que tenemos entre el gobierno de Suecia y Naciones Unidas de apoyar fundamentalmente tres grandes objetivos que se ha trazo la organización y que coinciden con la política de Suecia y Bolivia. Por los ODS que tienen una connotación e implicación de integralidad para efectos de combinar las políticas, acciones y resultados con una combinación entre los temas económicos, sociales y ambientales. El segundo objetivo tiene que ver con la reforma del Sistema de Naciones Unidas a ser más efectivo en la implementación de los ODS y el tercer objetivo es que se requiere una agenda más agresiva para apoyar el desarrollo de los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes”, sostiene Mauricio Ramírez, Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia.
La Estrategia Coordinada de Género, presenta cuatro pilares fundamentales de trabajo:
- Defender los derechos de la mujer, niñas, niños y adolescentes, para una vida sin violencia.
- Derechos políticos de la mujer, su formación y capacidad.
- Derechos económicos de la mujer.
- Derechos sexuales y reproductivos de mujeres, niñas y adolescentes.
La cooperación de la embajada de Suecia es fundamental en la Estrategia Coordinada de Género, Suecia es el sexto donante más grande a nivel global y en este programa apoyará con alrededor de 25 millones de dólares, para una ejecución de 3 años. “Básicamente son dos papeles que Suecia juega en los proyectos de cooperación, uno es seguir el trabajo técnico de Naciones Unidas y sus agencias, el segundo papel es fortalecer a los gobiernos a través del financiamiento, en Bolivia tenemos una larga trayectoria de trabajo en cooperación y con las agencias de Naciones Unidas”, afirma Pontus Rosenberg, Encargado de Negocios de la Embajada de Suecia.
Suecia es el primer país del mundo en adoptar una política exterior feminista, con el propósito de garantizar que las mujeres gocen de igual poder y tengan iguales oportunidades.