Cada uno de estos 1.000 contenedores, distribuidos a lo largo y ancho de Bolivia, representan una oportunidad para reciclar y que la población contribuya a lograr el objetivo global de Coca-Cola en 2030: "Un mundo sin residuos".
Encaminado a lograr su objetivo global de recuperar y reciclar para 2030 el 100 % de los envases plásticos que pone en el mercado, Fundación Coca-Cola Bolivia realizó la entrega de su contenedor de reciclaje número 1.000, ubicado en la ciudad de El Alto, donde se realizó una celebración conjunta con el Gobierno Municipal alteño para marcar este hito del cuidado medioambiental.
"Hoy alcanzamos un logro que suma a nuestro compromiso global de 'Un mundo sin residuos': la instalación del número 1.000 de la ya extensa red de contenedores de reciclaje de nuestra marca Vital. Gracias a estos contenedores, todos podemos dar una nueva oportunidad a las botellas PET y evitar que terminen en el basurero. De esta manera, no sólo ayudamos a proteger el medioambiente y a mantener limpias nuestras ciudades, domicilios y lugares de trabajo o comercio: colaboramos también con el trabajo de los recicladores y el sustento de sus familias, contribuyendo al empleo", señaló Roberto Magaña, Country Manager de Coca-Cola Bolivia.
Los contenedores Vital se han distribuido en siete departamentos, tanto en ciudades como en provincias, con el apoyo de alianzas estratégicas con el gobierno nacional, los gobiernos municipales, como el de El Alto, la cooperación internacional, universidades públicas, ONG, fundaciones y organizaciones de la sociedad civil, destacándose las alianzas con la empresa EMPACAR y con 15 organizaciones de recicladores de base de todo el país.
Que la costumbre de cuidar el planeta quede para siempre
"Reciclar una botella PET representa sumarse a un modelo de economía circular que cada vez gana más terreno en Bolivia y el mundo. Es más, estas decisiones de la vida cotidiana pueden cambiar el planeta, lo que motiva a Coca-Cola a trabajar de forma activa por 'Un Mundo sin Residuos'. Nuestro propósito es claro: queremos recuperar la mayor cantidad de botellas PET, no importa la marca o la bebida que hayan contenido, generando conciencia en torno al valor de los residuos y empoderando a las personas para que cambien sus hábitos y que la costumbre de cuidar el planeta quede para siempre en cada persona", señaló Magaña en la oportunidad.
"El desafío no acaba ahora, sino que apenas empieza, puesto que es mucho lo que los bolivianos debemos hacer para cuidar nuestro medioambiente, empezando por profundizar y generalizar la cultura del reciclaje. Como EMBOL y Sistema Coca-Cola en Bolivia estamos fuertemente comprometidos con esta tarea", indicó, por su parte, Herbert Vargas, gerente General de EMBOL.
"La reutilización de las botellas de plástico retornables al igual que las de vidrio es nuestro desafío ya que contribuye a la reducción de la huella de carbono, el fortalecimiento de una economía Circular y la inclusión de nuestros propios clientes y consumidores en un franca y directa reducción de contaminación de plásticos en el país", apuntó Vargas.
El acto de celebración del colocado del contenedor de reciclaje número 1.000 de Fundación CocaCola se realizó en la explanada del Gobierno Municipal de El Alto, en el marco de una "Fiesta del reciclaje", y contó con la presencia de la alcaldesa Eva Copa, quien destacó la alianza alcanzada con Fundación Coca-Cola para instalar 101 contendedores en esa ciudad, como parte de la red de 1.000 contenedores ya disponibles en Bolivia, cuya geolocalización está disponible en las páginas web de Coca-Cola y EMBOL.
Alcance nacional y transversal
Hace menos de un año, en noviembre de 2020, el Sistema Coca-Cola inició su red con la instalación de 100 primeros contenedores en la ciudad de La Paz. Después vinieron Cochabamba, Santa Cruz de la Sierra, Potosí, Tarija, Sucre, y Oruro; en este último caso como parte del plan de recuperación y limpieza del Lago Uru Uru. Con ese mismo espíritu, instaló otros contendedores en la zona del Lago Titicaca.
"No sólo abarcamos las ciudades capitales. Llegamos a ciudades intermedias y zonas rurales en más de 56 municipios, desde Tiquina hasta Samaipata, pasando por Huanuni, Quillacollo, Camargo o Tupiza. Hoy, diez meses después, se cierra aquí en El Alto el primer ciclo de la campaña que tenía el objetivo de instalar 1.000 contenedores; meta cumplida dos meses antes de lo previsto", destacó Herbert Vargas, Gerente General de EMBOL.
A su turno, Roberto Magaña recordó que Coca-Cola Bolivia no sólo provee infraestructura con el colocado de contenedores, sino que trabaja en un componente de capacitación con una plataforma digital enfocada en niños y recicladores de base de varias ciudades del país.
"Trabajamos por el empoderamiento, formalización y equipamiento a los recicladores, de modo que su labor sea cada vez menos manual y esté más protegida, en el marco de nuestro claro compromiso de continuar aportando a todo nivel para proteger nuestra casa común, el planeta, y dentro de esta gran casa, nuestro país, nuestras ciudades y comunidades", concluyó el Country Manager de Coca-Cola.