Bajo el nombre de “Puntos Solidarios de CRE” la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE) describe a grandes rasgos, la labor que llevó adelante para cuidar a los bolivianos y contribuir a la economía nacional. Por estas acciones InforRSE, Gente Motivando Gente, la Cámara Nacional de Industrias y la Unión Europea entregaron el Reconocimiento a la Resiliencia 2020.
Una vez que se declaró la cuarentena por el coronavirus, mantener la calidad de la energía eléctrica, no cortar el servicio por falta de pagos, incorporar nuevas formas de trabajo, sin descuidar el servicio eléctrico que abastece a cerca de 700.000 hogares y atender 75 comedores y panaderías comunitarias fueron las prioridades para la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE).
Para atender a las familias que estaban siendo más afectadas por la crisis económica y sanitaria la CRE instaló 75 Puntos Solidarios. Lo hizo en lugares en los que los vecinos de Santa Cruz se organizan de manera voluntaria para preparar ollas comunes y cocinar pan en hornos instalados y equipados por la cooperativa de electrificación.
El positivo impacto de la iniciativa hizo que aumente rápidamente a 100, el número de estos núcleos de solidaridad, los cuales se distribuyeron en diversos puntos de la ciudad e incluso en algunas provincias.
Durante la cuarentena llegaron a producir más de 2 millones de panes que beneficiaron a 250.000 familias y se distribuyeron unas 170 mil raciones de comida.
En la etapa de post confinamiento, algunos Puntos Solidarios se han convertido en cooperativas de producción que están siendo administradas por los mismos vecinos, los que ahora encontraron una fuente laboral en la panadería y venta de comida típica.
CRE les donó el equipamiento e insumos para el inicio de su trabajo y también los capacitó en temas administrativos para consolidar su personería jurídica y constituirse como cooperativas de producción.
En alianza con la Gobernación y el municipio cruceño, la CRE se sumó a las tareas de rastrillaje para identificar a los afectados por la COVID-19, así como a las tareas de fumigación de los barrios más comprometidos por la enfermedad y otras como el dengue.
En lo interno, las reuniones virtuales y el teletrabajo se multiplicaron y cumpliendo todas las medidas de bioseguridad sanitaria, se planificó cómo atender a la brevedad posible todos los requerimientos técnicos y emergencias.
Para evitar riesgos sanitarios y resguardar la salud, la lectura de medidores de luz, en los hogares cruceños, se realizó aplicando estrictas medidas de bioseguridad.
Asimismo, CRE y la Fundación CRE, la empresa de insumos médicos HP Medical y el Hospital Universitario Martín Dockweiler firmaron un convenio con el propósito de realizar 2.200 pruebas gratuitas de la COVID-19 a funcionarios de primera línea, médicos enfermeras, laboristas, policías, militares, trabajadores de la prensa, entre otros.
Desde la Fundación CRE, con la nueva modalidad de enseñanza virtual, se desarrollaron programas de capacitación para docentes y una serie de cursos con el objetivo de favorecer a la población con nuevas herramientas laborales.
Para CRE la educación es un pilar que no descuidamos en nuestros programas de responsabilidad social, por eso con nuestro instituto CRECE hemos podido aportar a la formación de todos los ciudadanos que se inscribieron a nuestros cursos.
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