Panaderos hornearon pan con la suavidad de manteca Gordito

Gordito Extra Suave fue usada por maestros panaderos con años de experiencia. No tuvieron que calentar la manteca ni alterar el proceso que manejan durante años. El resultado fue panes sarnitas suaves, con una cobertura tostada y crocante.

 

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Una docena de panaderos que diariamente elaboran pan de batalla en el departamento de La Paz se reunieron en  un horno de la avenida Periférica, la más alta de la ciudad, donde, a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar y una temperatura de 11 grados centígrados, pusieron prueba la manteca Gordito extra suave.

Su principal duda al iniciar el examen al producto fue si por el frío, característico de la ciudad, más en invierno, el insumo se enduraría y secaría la masa. Eso no ocurrió, Gordito mantuvo su consistencia suave, casi cremosa, de principio a fin. ¿El resultado? Unos panes sarnita suaves, con una cobertura tostada y crocante.

“Está crocante, es muy agradable, rico”, afirmó Félix Paz, saboreando el pan recién horneado.

El panificador añadió que lo más destacable fue que para elaborar el pan con manteca Gordito extra suave  no se tuvo que alterar ningún paso del proceso de elaboración que mantienen de generación en generación y que, sobre todo,  no se perdió tiempo, un valor fundamental para los panificadores.

 “Cuando la manteca es dura se la tiene que calentar y eso representa perder tiempo”, explicó Félix Paz en el horno Rosasani, donde Gordito, producto de Alicorp, se sometió a la prueba de fuego.

El ingeniero de alimentos y chef Ricardo Guaraz, que estuvo presente en la jornada organizada por Alicorp, indicó: “Gordito extra suave es una manteca suave que mantiene la humedad de la masa más tiempo y permite rapidez en la elaboración del pan”.

El proceso

“La manteca es más suave, fácil de manipular y suaviza la masa, pero hay que ver cómo sale el pan, eso es lo más importante para nosotros. Lo otro importante es el rendimiento de la manteca, cuántas unidades de pan salen”, expresó con tono desconfiando el presidente de la Federación Departamental de Panificadores de La Paz, Martín Vargas Molina, al inicio de la jornada de prueba.

Vargas fue el encargado de probar Gordito extra suave. Amasó con la manteca ante la mirada atenta de sus compañeros de oficio, todos maestros y maestras artesanos del pan con años de experiencia, algunos herederos del oficio que iniciaron sus padres y abuelos.

En la prueba de elaboración del pan con la manteca estuvieron presentes dirigentes de los panificadores de diferentes zonas de La Paz, como Villa San  Antonio, Pura Pura, Pampahasi. También asistieron representantes de provincias y municipios como Patacamaya, Ancoraimes, entre otros.

“Como  somos dirigentes de la ciudad y de diferentes provincias estamos aquí para hacer la demostración, ver que la manteca tenga rendimiento. Antes era un poquito dura, no se podía manipular, más en estas fechas de invierno”, añadió Martín Vargas que tiene 22 años de experiencia en la elaboración de pan.

Mientras esperaban que la masa pasara por su proceso de maduración, Nancy Muñoz, presidenta de los panificadores de Pampahasi, remarcó  que el interés de su sector es que el insumo mejoré la calidad del pan surtido, para que puedan atraer más clientes.

“Queremos que el pan salga bien, que toda la población esté satisfecha, así atraeremos más clientes”, dijo la mujer que hace ocho años se inició en el oficio de panadera, siguiendo la tradición de su esposo, que viene de una familia de panificadores de más de ocho décadas en la zona de San Isidro.

Ricardo Guaraz remarcó  que además de mejorar la calidad del producto, con la nueva Gordito extra suave, Alicorp también apoya el carácter  innovador de los panificadores.  “Los panaderos son muy amplios y están queriendo innovar con otras variedades de pan y repostería  y la manteca es útil”, dijo.

El jefe de marketing de Alicorp, Jaime  Hamel,  remarcó que la nueva Gordito Extra Suave es producto de un largo proceso de pruebas y consultas con los panificadores.

“El producto es resultado de muchas pruebas con panaderos, siempre con nuestro enfoque en el cliente y consumidor, para conocer las características que debíamos desarrollar. Fue un trabajo de largo tiempo.  La prueba de fuego es que el panadero elabore el pan como lo hace normalmente, perciba los beneficios de la manteca y que evidencie que el resultado es igual o mejor”, sostuvo el ejecutivo.

“Viéndolo el pancito es comible, rico, la manteca pasó la prueba”, sostuvo sonriente Juan Murga, presidente de los panaderos de la zona Nor Este de La Paz.

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