En nuestra vida en todo momento estamos tomando decisiones, entre las más simples a las más complejas. Sin embargo, veo a mis clientes que el instante que toman decisiones importantes y trascendentales se sienten ansiosos, intimidados e inseguros acerca las consecuencias y resultados de sus decisiones.
Una decisión asertiva es aquella que ha sido tomada analizando los pros y contras de la decisión, viendo alternativas, oportunidades y amenazas de manera tal de ser resultado de un proceso sistemático donde la decisión fue tomada seriamente y ésta nos genera una energía positiva que nos lleva a actuar con relación al objetivo establecido.
Antes de tomar una decisión tenemos que tener claro cuál es el objetivo, qué queremos lograr. Al tomar una decisión los dos hemisferios de nuestro cerebro funcionan, el izquierdo que es el lógico, el analítico y el derecho que es el de la intuición y el creativo. Por eso, el momento de tomar una decisión no sólo debemos analizarla, también debemos tratar de imaginar cómo nos sentiremos al lograr el objetivo deseado.
Cuando tomamos decisiones considerando con claridad que queremos y para qué queremos, desplazándonos entre los hemisferios nos daremos cuenta qué es lo que es importante modificar o decidir para lograr vivir una vida con excelencia a través del proceso de tomar decisiones asertivas.