Estos últimos días estuve en diferentes círculos de empresarios e intelectuales conversando de elementos para mejorar el ecosistema emprendedor. De las conversaciones sostenidas me llamo mucho la atención, que en todas se hablaba de la falta de confianza como elemento transversal.
Reflexionando acerca de “la falta de confianza” me di cuenta que este elemento está enraizado en nuestra sociedad. Desde que vamos al mercado y le preguntamos a la casera a cuanto la libra de X producto o le reiteramos “¿está bien pesado?”; la falta de confianza es un claro mal que nos aqueja.
¿Qué podemos hacer para combatir esta enfermedad que como sociedad no nos permite construir redes sólidas para el crecimiento de los emprendimientos? Lo primero por hacer es cambiar, sí depende de nosotros el iniciar el cambio, para eso les sugiero convertirnos en individuos confiables y eso lo hacemos con cuatro simples, pero a la vez muy complicados elementos.
1. Aprende a cumplir tu palabra, ejemplo si dices que estarás a las 3, tienes que estar a esa hora no 30 minutos después con la excusa de la hora boliviana.
2. Cumple tus promesas. La confianza implica que las personas cuenten con aquello que has ofrecido en una instancia. Si no lo vas a cumplir, no lo ofrezcas.
3. Se constante, el cumplir tu palabra más de una vez es el paso inicial para construir la base sólida de confianza que deseas en tus relaciones ya sea con tus clientes, proveedores o amistades.
¡Si empezamos por nosotros en el mediano plazo podremos construir redes de confianza porque las cosas positivas se contagian!