“Un pedazo de mi mandil”, es la colección de ropa de la diseñadora de pollera, Glenda Yañez, inspirada en los mandiles de las caseras y las trabajadoras del hogar, para mostrar que compartimos la misma herencia cultural y va dedicada también para ellas. Los trabajos son parte de un gran proyecto artístico que engloba la moda, el “performance”, la intervención urbana con un componente social y de reflexión, que es concienciar sobre el uso de canastas y bolsas de tela, para contribuir a construir un medio ambiente más sano.
La colección consta de 50 piezas, para hombres, niños y niñas, mujeres de vestido y de pollera. La primera muestra fue “El Mercado”, que se realizó el sábado 12 de octubre, en un escenario artístico al aire libre en San Miguel, zona sur de la ciudad de La Paz.
“Pienso que es importante intervenir los espacios públicos, para hacer conocer preocupaciones, molestias, generar encuentros, debates y plantear soluciones a problemas sociales como la discriminación, racismo, intolerancia, etc. Por experiencia propia, considero que, si bien Bolivia avanzó bastante sobre el tema de la lucha contra la discriminación desde la emisión de la Ley 045 contra el racismo y toda forma de discriminación, la ciudad de La Paz es una muestra clara de que aún no se han eliminado ciertas barreras de discriminación”, afirmó Glenda Yañez.
El objetivo de la instalación fue recrear un mercado con puestos de productos orgánicos, con distintas escenas de la vida cotidiana. El mercado es un punto neutro de encuentro, donde uno va tal cual es, sin pretensiones, une a personas de todas las clases sociales, de toda ideología, de todo color de piel y de todas las edades.
Por su importancia cultural, el proyecto “El Mercado” contó con el auspicio y apoyo de Colectivo Marketero, Huari, 1825 Vodka, Azaleia, Fundación Viva, Mercat, DPI y el Programa de Intervenciones Urbanas del Ministerio de Planificación del Desarrollo.