Greenwashing
Durante los últimos años, la sociedad ha intentado desarrollar una conciencia enfocada en que el cambio climático podría llegar a ser un grave problema para la humanidad. El incremento en desastres naturales, calentamiento global, y otros eventos derivados de la contaminación ambiental, han llevado a la sociedad, y en especial a las generaciones más jóvenes, a buscar productos y servicios ecológicos.
El consumidor hoy en día quiere aportar su granito de arena, por lo que apuesta a los productos más sostenibles.
Las empresas, a su vez, son conscientes de ese cambio en los consumidores, por lo que algunas invierten sus recursos en la sostenibilidad de sus productos y servicios. Otras, en cambio, solo promueven una imagen de conciencia ecológica sin tomar medidas significativas para respaldarla.
Dicho de otra manera, básicamente afirman que sus productos son más sostenibles o ecológicos de lo que son en realidad, sin hacer cambios significativos, con el objetivo de tener más ganancias y atraer a nuevos clientes.
En ese sentido entonces, qué es Greenwashing?
Greenwashing es un término relativamente reciente, que está definido como las prácticas en las cuales incurren algunas empresas con la finalidad de aumentar sus ingresos y atraer más clientes, promoviendo una supuesta imagen ecológica y sostenible, sin que estos tengan algún impacto significativo en el medio ambiente.
En el caso de Bolivia, si bien la normativa ambiental es reconocida como una de las más avanzadas de la zona, esta no establece sanciones ni penalidades que desincentiven actividades de Greenwashing de manera expresa. No obstante, en base a una interpretación amplia, sí existen otro tipo de regulaciones, como ser la Ley de los Derechos de los Usuarios y Consumidores (Ley 453 del 6 de diciembre de 2013) que, si bien tiene otro enfoque y naturaleza a los aspectos específicamente ambientales, aluden a lo que se entiende por “publicidad engañosa” y crea sanciones que la desincentivan.
El artículo 5 de la Ley de los Derechos de los Usuarios y Consumidores define a la publicidad engañosa como “cualquier modalidad de publicidad, información o comunicación total o parcialmente falsa que induzca a error respecto a las características, modo de empleo u otro dato del producto o servicio.”. De esta manera, sin tener una relación especifica al Greenwashing y a aspectos medioambientales, la normativa en Bolivia imposibilita este tipo de marketing desde su origen, por encontrarse la misma dentro de la definición de “publicidad engañosa”.
Consecuentemente, si bien en Bolivia no existen sanciones especificas derivadas de normas de protección del medio ambiente que prohíban o desincentiven el Greenwashing, su oposición o interrupción puede ser ejecutada a través de otras leyes, como la normativa de defensa del consumidor.