Este modelo forma parte fundamental de su filosofía de negocio. Se enfoca en la nutrición, el desarrollo rural y el agua, buscando mejorar la calidad de vida de las personas y familias, y contribuir a un futuro más saludable. 

No sólo es un modelo a seguir sino una forma de ser empresa global con propósito. Esa es la responsabilidad social de Nestlé, cuyo compromiso y acciones impactan positivamente en 189 países; Bolivia es uno de ellos y se beneficia con la Creación de Valor Compartido (CVC).

La Creación de Valor Compartido (CVC) es el modelo de responsabilidad social de Nestlé, que tiene tres ejes de acción: Personas y Familias, con programas de nutrición; Comunidad, donde se trabaja la empleabilidad, en particular de los jóvenes; y Planeta, enfocado al cuidado del agua y medio ambiente. Este modelo busca propiciar una vida más saludable y feliz para las personas y familias; contribuir al desarrollo de comunidades prósperas y autosuficientes, así como gestionar los recursos naturales del planeta pensando en las generaciones futuras. “En este modelo no hay perdedores ni ganadores, pues aportamos valor a la sociedad, a la vez que mejoramos nuestras propias prácticas empresariales, generando valor también para la compañía”, explica François Marchand, gerente general de Nestlé Bolivia.
“Este enfoque denominado Creación de Valor Compartido, es la base de nuestra forma de hacer negocios y nos capacita para poner en práctica nuestro propósito de mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable”, destacó Marchand.

Personas y familias
La orientación hacia la alimentación saludable forma parte de los principios que dieron origen a Nestlé. En este sentido, el mundo saludable es parte de su esencia lo cual representa una oportunidad para la compañía de seguir innovando y ofreciendo productos más saludables y sabrosos que respondan a las necesidades nutricionales en todas las etapas de la vida de sus consumidores.

“Seguimos innovando en nuestra oferta y brindando soluciones nutritivas y sabrosas para todos los que consumen nuestros productos en Bolivia. Con estas innovaciones y poniendo especial atención en comunicar adecuadamente los ingredientes y las porciones buscamos facilitarles a los consumidores el mantener una alimentación equilibrada y llevar un estilo de vida más saludable.”, concluyó Marchand.

Comunidad.-
El desempleo juvenil es un reto al que prestan una atención especial. Con la “Iniciativa por los Jóvenes”, programa global de Nestlé, apoyan el desarrollo de las comunidades en las que vivimos y trabajamos, fortaleciendo la empleabilidad en los jóvenes entre 18 y 30 años.

“Es una respuesta al problema del desempleo y subempleo juvenil, que tiene la intención de ampliar la posibilidad de óptimas oportunidades para su inserción en el mercado laboral, permitiendo establecer acuerdos con diferentes entidades del Estado y empresas privadas. Su meta, a nivel global es ayudar a 10 millones de jóvenes de todo el mundo a acceder a oportunidades económicas para 2030. En Bolivia hemos impactado en más de 20,000 jóvenes desde el lanzamiento de la Iniciativa en 2015”, detalló Marchand.

Marchand destaca que la compañía fomenta constantemente iniciativas que capacitan y abren puertas a las ideas innovadoras de los jóvenes del país. El pasado año, junto a la Fundación Trabajo Empresa, Nestlé Bolivia lanzó el Start Up Food Innovation, concurso de innovación que fue ganado por un grupo de universitarios con un proyecto de producción de harina de grillo. Los ganadores fueron premiados con un viaje de capacitación a Nestlé Brasil.

Planeta.-
“Todos los que formamos parte de la compañía estamos convencidos de que el futuro depende del uso responsable de los recursos naturales. Reducir el impacto ambiental en el proceso de producción de alimentos es primordial cuando el objetivo es brindar seguridad alimentaria para las futuras generaciones”, subraya el ejecutivo.
A través de programas globales como el Nestlé Continous Excellence (NCE), la empresa reduce su impacto ahorrando la mayor cantidad recursos durante la producción, elaboración, almacenaje y distribución de sus productos, contribuyendo así con el gran reto de la humanidad en el siglo XXI: la conservación del entorno y los recursos. El primer paso en esta cadena de valor es obtener insumos de alta calidad que, además de determinar productos de primera, contribuyan con el desarrollo de los productores del campo en Bolivia.

Hace 26 años, Nestlé ingresa al mercado boliviano, en el que ofrece una amplia cartera de productos para las personas y sus mascotas a lo largo de su vida, con presencia de varias de sus 2000 marcas, que incluyen desde iconos globales como Nescafé o Maggi hasta los favoritos locales como Chocapic, Sublime o Mabel's.