En un evento llevado a cabo en la plaza de la Iglesia de San Francisco, Aldeas Infantiles SOS presentó su campaña: "Juntos Para que Cumplan Sus Sueños" exponiendo los datos de la problemática de la infancia en situación de vulnerabilidad en el país e invitando a la población boliviana a sumarse para cambiar esta situación.
Después del impacto de la pandemia, se estima que un millón de niñas y niños bolivianos están en riesgo de perder el cuidado de su familia. De acuerdo a un estudio realizado entre Aldeas Infantiles SOS y la Universidad Católica Boliviana, con el apoyo de la Universidad de Bruselas, hasta antes del impacto de la Covid-19, 274.000 niñas y niños habían perdido el cuidado de sus padres.
Según el mismo estudio, en La Paz, son 59.768 niñas, niños y adolescentes que no vivían con sus padres o madres. Se estima que las cifras han empeorado con el impacto de la pandemia.
"La campaña de Aldeas Infantiles SOS "Juntos Para que Cumplan Sus Sueños", es una invitación a que los bolivianos pongamos nuestra atención en una problemática que tiene impacto directo en el futuro de nuestro país. Quienes deseen saber cómo pueden sumarse a esta campaña pueden ponerse en contacto con nosotros al 800-170-0-77” sostuvo Diego Salazar, director nacional de Financiamiento de Aldeas Infantiles SOS.
"El brote de la COVID-19 ha generado un efecto negativo de manera socioeconómica, especialmente para las niñas y niños en situación de vulnerabilidad. la infancia en situación de riesgo social lo recordará como un golpe que puso en riesgo sus derechos básicos como salud, educación, alimentación y protección, reduciendo sus posibilidades de crecer adecuadamente", sostuvo Mauricio Alfaro, Gerente de Proyecto para Aldeas Infantiles SOS en la ciudad de La Paz.
A raíz de esta crisis, según datos de la fiscalía general del Estado Plurinacional de Bolivia, en 2021 se han presentado en el país más de 30.000 casos de delitos de violencia familiar, más de 50 infanticidios y el cierre de centros infantiles para niñas y niños de 0 a 6 años. Según datos de Unicef a 2020, la pandemia también significó la clausura formal del año escolar para casi 3.000.000 de estudiantes de primaria y secundaria, la ampliación de la brecha digital, y la afectación a la salud mental de la niñez y la inseguridad alimentaria debido a la pérdida del empleo, especialmente en familias con menores posibilidades.