La multinacional de moda líder en maletines, ropa y accesorios, cumplió 15 años en Bolivia, y busca continuar posicionándose como una de las marcas más destacadas ofreciendo a sus clientes productos llenos de color, diseños únicos, mucho estilo y gran calidad.
La historia de Totto en Bolivia nace casi por casualidad cuando Ana María Suárez, una boliviana alegre, dinámica y emprendedora se encuentra de vacaciones junto a su familia en Cartagena Colombia. Es en ése viaje que conoce una marca de la cual no había escuchado antes, y a insistencia de su hija, decide comprar un producto. La marca es Totto, industria colombiana con poco más de 30 años en el mercado de ese país.
La experiencia con el producto es positiva y Ana María decide traer la franquicia de Totto a Bolivia. Esta arriesgada apuesta, se da el año 2003 en medio de una fuerte convulsión social y uno de los momentos político-sociales más conflictivos en Bolivia en los últimos 20 años.
El emprendimiento crece poco a poco a base de trabajo en equipo, compromiso y una cultura empresarial sólida con valores que se comparten desde la cabeza a todo el personal.
Este 2018, SINFRONTERAS S.R.L., franquicia Master de la marca TOTTO en Bolivia cumplió 15 años de trayectoria en el mercado boliviano. Actualmente cuenta con 17 tiendas oficiales, 4 franquicias locales, una red de distribuidores y promotoras, atención a empresas e instituciones. Aproximadamente 50 distribuidores autorizados en todo el país.
TOTTO continúa este 2018 siendo líder en la venta de maletines, ropa y accesorios que marcan el camino de los viajeros del mundo. “Nunca imaginé tener todo esto, yo sólo me concentraba en superar las metas de cada año”, sostiene Ana María Suárez.
Cada año se incorpora más gente a este emprendimiento. El primer año de operaciones inicia sólo con el personal de la única tienda y 15 años después son 186 personas trabajando de manera directa y por el mismo objetivo. Totto es una marca que ofrece una variedad muy grande de productos de calidad respaldada con una garantía efectiva y un centro de reparaciones con insumos originales algo único en el mercado local, y mano de obra de primera calidad.
El año 2015 marca un nuevo hito en la historia de Totto Sinfronteras, ante la oportunidad brindada por los dueños globales de la marca, los socios deciden expandir sus operaciones comprando los activos a la empresa, que hasta esa fecha manejaba la franquicia de Totto en Perú. Es en este momento que la empresa, que sólo tenía operaciones dentro de las fronteras bolivianas, se expande al territorio peruano y se crea la dupla Sinfronteras- Rosuma.
Hoy le toca a Ana María incluir a las siguientes generaciones; sus hijos, Mariana y Roberto, quienes están trabajando en la compañía compartiendo el mismo sueño, los mismos valores y brindando su propia experiencia al nuevo camino de Sinfronteras-Rosuma.