Descendientes de japoneses de cinco países de la región, se reunieron en Santa Cruz para impulsar proyectos de triple impacto: económico, social y ambiental.
Los valores de la cultura japonesa y la riqueza y potencialidades de la región, fueron la base que inspiró a más de 40 nikkeis, los que se reunieron durante tres días en Santa Cruz de la Sierra, en el marco del Proyecto Ninja (Next Innovation with Japan), que busca impulsar el desarrollo empresarial, startups y una combinación de iniciativas de impacto en África y ahora en Sudamérica.
Este proceso, que contó con el apoyo de la Cooperación Internacional del Japón (JICA) y fue organizado por la Fundación Trabajo Empresa, se plasmó en la Startup Integración Nikkei y reunió a descendientes de japoneses en tercera o cuarta generación, que llegaron desde Perú, Paraguay, Colombia y México, para sumarse al grupo de Bolivia.
Los participantes encontraron problemas, sueños y desafíos comunes, para los cuales construyeron juntos posibles soluciones, en un modelo de trabajo y colaboración que tiene como objetivo incentivar el espíritu emprendedor y la innovación de la comunidad Nikkei, en diferentes países de Latinoamérica.
Las ideas de negocio incluyeron aplicaciones para apoyar la comercialización de productos agrícolas y artesanías, con la premisa de lograr un precio justo y diversificar las oportunidades para los pequeños productores; plataformas para la integraciones de los japoneses, sus descendientes en la región y la comunidad latinoamericana, con acciones que van desde descubrir sus orígenes hasta encontrar alternativas de aprendizaje para los amantes de la cocina o el baile; soluciones para garantizar la continuidad de las terapias de rehabilitación, la propuesta de un restaurante temático nikkei que suma la oferta de productos saludables; y aplicaciones para facilitar la movilidad en las ciudades o mejorar los resultados en la producción de alimentos.
El desafío también contemplaba generar proyectos con base tecnológica y que generen un triple impacto: ambiental, social y económico con base tecnológica. Así, los ocho grupos pudieron diseñar un “producto mínimo viable”, inspirado en el los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y el espíritu emprendedor de los nikkei.
Poco a poco, los grupos fueron validando sus ideas y sacando el mayor provecho a la formación interdisciplinaria y las miradas particulares de cada región, lo que al final de las tres jornadas, se reflejó en una propuesta de negocio con un propósito claro y la solución viable a problemas comunes en nuestra región.
Con la guía de un grupo de mentores de diferentes áreas, pero con una visión emprendedora como elemento común, los ocho proyectos se presentaron y lograron el apoyo de JICA para impulsar una red de emprendedores nikkei y su integración con el ecosistema emprendedor de cada país y de la región.
El representante residente de JICA en Bolivia, Keisuke Ito, felicitó a los participantes de este startup y les pidió que continúen desarrollando sus modelos de negocio, para lo cual comprometió el apoyo de su institución para continuar desarrollando este ecosistema que integra a los nikkei nacidos en Latinoamérica y los ayuda a conectarse con sus raíces japonesas.
Este trabajo tendrá el apoyo de la Fundación Trabajo Empresa, cuyo director, René Salomón, invitó a los participantes a continuar trabajando y descubrir todas las opciones que tienen para dar viabilidad a sus proyectos. Además, destacó que este es un ejemplo de las actividades que se pueden desarrollar con diferentes sectores, comunidades y diversos actores económicos y sociales.