Mi sorpresa no fue muy grata porque más del 60% de las personas víctimas de mi experimento me decían que no se habían planteado metas concretas para este año. El 40% restante si tenían una idea u objetivo planteado como ser generar mejores ingresos, tener una vida más saludable, reducir el estrés entre muchos otros deseos muy generales.

Cuando nos ponemos objetivos generales o deseamos lograr algún resultado genérico la probabilidad de cumplirlos es muy baja, por eso año tras año los objetivos se repiten y los resultados nunca se alcanzan.

Para evitar esta situación uno tiene que aprender a ponerse metas que sean específicas, realistas, alcanzables, medibles y que tengan un tiempo para su logro. En inglés la sigla es SMART.

Es importante ponerse metas claras para que nos den un propósito en nuestro año. En el coaching el propósito es el “Para qué” y este propósito es el motor que nos permitirá enfocar nuestra energía, recursos y acciones para alcanzar la meta no importando las situaciones externas.

Las metas siempre tienen que ser escritas de modo tal que generamos acciones que nos hacen salir de nuestra zona de confort y lograr resultados y al lograr resultados aumentaremos la confianza en nosotros mismos, generando así un mecanismo para hacer que nuestra vida sea dirigida por nuestras metas!
Los invito a plantearse metas no solo en lo laboral sino en lo familiar y personal; de modo tal que tengan una vida altamente productiva y satisfactoria este 2018.